20 Febrero 735 - Salta - Capital - Argentina

miércoles, 16 de mayo de 2012

El ermitaño gigante de la Puna

 Armamos esta expedición  muy rápidamente, pues la idea era de explorar otras áreas de nuestra Puna Salteña, pero al bajarse de la salida la mitad de los que iríamos, decidimos encarar este tremendo volcán. Que de paso queríamos ir de hace muchísimo tiempo y que nunca en mi caso me pude ni acercar.  Se conformo el grupo de 4 personas, Nicolás Yannitto, Matías Rangeon y Nicolás Pantaleón todos de Salta y Eduardo Namur de Mar del Plata.
Partimos el 2 de abril en la caminata del padre del Nico Yannitto (Jorge) y almorzamos en San Antonio de Los Cobres, continuamos viaje para llegar a Tolar Grande en donde dormimos la primera noche, en el viaje paramos en Abra de Chorrillo, ofrendamos en la Apacheta y nos encomendamos a la Pacha. También pasamos por los Ojos de Mar que están unos kilómetros antes de llegar a Tolar. A la mañana siguiente continuamos nuestro emocionante viaje adentrándonos en las entrañas del Salar de Arizaro y recorriendo la estación abandonada de Caipe. En el camino apareció bien lejos al oeste el triangulo que era nuestro objetivo, El Llullallaco. Es un volcán totalmente atractivo y la gran cantidad de nieve lo hacia brillar y resaltaba sobre todos sus vecinos. Por la tarde llegamos a Mina La Casualidad y buscamos en que parte de toda esa destrucción podíamos encontrar algo medianamente en condiciones para armar nuestro campamento. Fue un día raro, a mi me impresiono Caipe, el asfalto de la Estación a La Casualidad, pero las ruinas de lo que fue este lugar se llevan premios. Es impresionante ver este lugar totalmente abandonado y en lugares medio sumergidos en salobres aguas. Recorrimos cuidadosamente toda la planta y nos dimos en gusto de treparnos a las grandes maquinas, eso si, con mucho cuidado, pues esta todo oxidado y las partes con madera están  muy frágiles. Inclusive hay sitios que tienen concreto y que se esta rompiendo y se puede ver agua debajo. Esa tarde noche comimos un asadito.
A la mañana partimos por el camino que te lleva a la Mina Julia, lugar de extracción del azufre que se procesaba en La Casualidad, al cabo de unos kilómetros sale otro camino que tuerce al noroeste. Ese camino nos deposito en el Salar del Llullallaco  y después tomamos otra huella que nos llevo al cementerio Incaico. Teníamos estudiadas todas las rutas a este volcán, por el lado Argentino e incluso soñábamos con abrir una, pero al verlo de cerca nos dimos con que estaba totalmente cargado de nieve a si que meterse por un canal era imposible. Entre todos decidimos ir por la denominada Ruta Arqueológica, que si bien es más larga pero estas todo el tiempo viendo ruinas incaicas. Montamos las dos carpas, prendimos un fogón, cenamos y nos metimos en los cómodos sacos de pluma,  pasamos una tranquila noche a casi 5000 metros.
A la mañana siguiente desarmamos el campamento e iniciamos la marcha rumbo al campamento de altura. La mayoría que viene por esta ruta hacen dos campamentos pero nosotros por un tema de tiempo solo podíamos hacerlo con uno. Es así que a la altura de donde se realiza el primer campamento nosotros comimos algo frugal y continuamos el ascenso. El ultimo tramos rumbo a la Laguna (campamento de altura) lo hicimos por un sendero incaico, es impresionante sentarse a recapacitar sobre el lugar en donde uno se encuentra. Y sobre todo el pensar que hace 500 años atrás los niños que fueron ofrendados en el ritual de la Kapakocha realizaron el mismo peregrinaje que nosotros estábamos transitando. Y darse cuenta que con muy pocos años y si contar con la indumentaria con la que nosotros contábamos. Llegamos al atardecer a la Laguna y nos dimos con que tenia agua, los últimos años estuvo seca y esta a una altura de 5890 metros. Armamos nuevamente el campamento, nos dormimos temprano y dejamos todo listo para salir a la madrugada. Partimos hacia la cumbre a las 4:30 de la madrugada, el frió a esa hora era penetrante, al poco caminar nos tuvimos que poner los crampones.
La nieve blanda nos exigía mucho y el esfuerzo que realizábamos nos recalentó nuevamente el cuerpo. Nos metimos en el canal que esta a la derecha de la formación rocosa denominada como Sarcófago, la pendiente es muy pronunciada, la nieve por momentos llegaba a las rodillas y tras un esfuerzo mas llegamos al cambio de pendiente que esta a 6500 metros. En este punto estábamos  Nicolas Yannitto y yo, los otros dos venían mucho más despacio y se retrasaron por un problema con uno de los crampones.
Que emoción ver la cumbre pero todavía faltaba mucho, a si que con mucha paciencia y sin perder el penoso ritmo que la falta de oxigeno nos marcaba continuamos muy lentos. Pasamos debajo de la cresta somital e ingresamos a la cumbre de frente, todos deben realizar un rodeo y pasan por las chozas dobles (ruinas), pero la gran cantidad de nieve nos hizo como una rampa. Llegamos a la cumbre a las 14:20 el marco era único y nos encontrábamos a 6740 metros sobre el nivel del mar. Nos abrazamos firmamos el libro de cumbre y permanecimos en la cima como una hora. No corría nada de viento y el día estaba totalmente despejado. Se veían volcanes para los 4 puntos cardinales. Después de las fotos y la emoción de dedicar la cumbre a las personas queridas emprendimos el regreso. En el lugar en donde cambia la pendiente (6500 metros) nos reencontramos con Matías y  Eduardo, ellos decidieron desistir de su intento por la hora y el cansancio y los 4 bajamos juntos al campamento. Llegamos tarde como a las 20 horas, pues uno de los compañeros no se sentía muy bien y lo bajamos entre todos, esto nos retazo pero llegamos sin ningún problema. A la mañana desarmamos todo y nos despedimos de este maravilloso Apu (montaña sagrada), llegamos a la camioneta y partimos inmediatamente a Tolar Grande. Al otro día al mediodía estábamos comiendo en salta capital unas sabrosas empanadas.
Lo que me queda es que es una gran montaña y que la hicimos muy rápido, tenemos que regresar y tomarnos mas tiempo para disfrutar a fondo todo lo que ofrece tanto la montaña en si, como el viaje y la cultura incaica.
El Llullallaco significa lugar de agua escondida o engañera, este gigante de mas de 6500 metros esta solo, sus vecinos son mucho mas pequeños.    
Nicolas Pantaleon

Nico Yannitto
Ojo de mar
  

Mina la casualidad



Volcan Llullallaco


Matias Rangeon, Nicolas Pantaleon y Nicolas Yannitto




Campamento Base


Ascenso al C1

Leña arqueologica


Laguna C1

Nico Panta madrugada de cumbre

Nico Yannitto ascenso dia de cumbre

Nico Panta ascenso

Ascenso

Ascenso

Chozas dobles

Los ultimos pasos

Cumbre

Cumbre

Cumbre



Cumbre











       

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