Ruta aproximada realizada
Cuando uno ve el oeste en días despejados, se distinguen dos cumbres triangulares perfectamente, uno es el leser y a pocos metros su casi gemelo Lajas, este último era el objetivo de nuestra expedición.
Salimos el 1 de mayo, la primera de nuestras jornadas, empezando alrededor de las 10.30, con un cielo totalmente gris. Iniciando el primer empuje hasta el abra de la cruz, donde tras haber almorzado, continuamos, todo un faldeo, por filos y estrechos senderos, que nos condujeron al puesto de Calixta, previamente, pasando por la denominada laguna del diablo ya que según los pobladores de la zona allí se encuentra “la salamanca” (lugar donde habita el diablo), y siempre llevando un ritmo muy tranquilo, descansado. Tras casi 8 horas, finalizaba nuestro día, armamos campamento, con el permiso de los moradores del lugar, y nos dispusimos a matear, juntar agua, cocinar y descansar, juntar fuerzas para el día de cumbre.
Despuntando el sol, el sábado 2 de mayo partimos rumbo a la cumbre, con un cielo que prometía un día espléndido, tomamos la senda que un poco acorta el camino hacia el filo del lajas, y que nace justo frente al rancho de Calixta, si bien es mas empinado y pesado, se acorta bastante camino y se ahorra un tiempo considerable. Si bien en algún punto perdimos la senda, y hubo que hacer una pequeña escalda sobre pasto, luego de reencontrar la senda, salimos al último filo, justo al medio día, es aquí donde dejamos algunas bolsas de colores fuerte (mas precisamente un paquete de galletas vacío) que nos permitiera tener punto de referencia para encontrar nuevamente el sendero al regreso, sino de lo contrario uno puede despistarse y terminar haciendo una bajada hacia otro lugar.
A medida que nos acercamos a la cumbre, las nubes empezaban a ascender desde el este, era un espectáculo muy lindo pero ala vez, sabíamos que esto nos podía complicar la vuelta y nos cubría la magnificencia del paisaje que ofrece la cumbre.
Fue así que pasada las 14 hs y tras haber hecho el esfuerzo en la última empinada subida, donde algunos miembros de la expedición experimentaron algo de vértigo. Nos ganamos la cumbre del lajas, donde nos encontramos, no con una apacheta, sino con una cruz de casi cuatro metros de altura armada muy desprolijamente, con columnas de hierro y tirantes de alambres y que da una contaminación visual, bastante desagradable en el entorno de una bella montaña, donde uno siempre al llegar se encuentra con las emblemáticas apachetas, o simplemente una cumbre natural.
Fue momento de felicitaciones abrazos, y bautismos de media montaña, para seba y jorgito.
Pasado todos los actos de alimentación y fotos cumbreras, emprendimos el descenso
El cielo cerrado completamente, y pudimos ubicarnos sin problemas, con los puntos de referencia y la experiencia del guía. Llegando a nuestro campamento nuevamente con las ultimas luces del día.
Tras llegar de la cumbre, no hay nada más satisfactorio que tomarse unos calientes mates cebados. Luego de unos mates preparamos la cena, y a dormir.
Durante la noche se presento un inconveniente, que izo el descanso de nuestros expedicionarios prácticamente imposible, resulta que las carpas se encontraban al lado del corral, dentro del mismo corral se encontraban, un grupito de adorables vaquitas, en las inmediaciones del puesto se encontraban los terneros de tales vaquitas, estas vaquitas en la angustia de tener sus crías afuera, hicieron que estén hablando en su dialecto “muuu”, prácticamente toda la noche, fue como escuchar una pieza completa de opera vacuna en todos los tonos de muu mu mu mu mu,
Ya en nuestro último día, muy relajado y distendido, desarmamos campamento, dimos las gracias a nuestros anfitriones, y emprendimos el descenso, disfrutando de todo el paisaje ahora despejado, que nos ofreció el camino de regreso, que fue algo mas liviano y ligero que el de ida.
En esta vuelta aprovechando algo inusual como encontrar una tempera en el camino, bautizamos como corresponde, aunque en contra de su voluntad, a quienes por primera vez hacen su media montaña (escalafón de montañas que se encuentran entre los 3000 y 5000 metros de altura)
Ya hacia las 5 de la tarde nos encontramos nuevamente en la quebrada de san Lorenzo. Por supuesto no falto el brindis y las felicitaciones a un grupo mas que lo tenia merecido.
Fue una de esa salidas, donde mas allá de la belleza del entorno y la montaña, el grupo humano fue sencillamente maravilloso.
Augusto Del Corro
Federico Merani(jefe de expedición)
Jorge Yannitto (Bautismo de media montaña)
Micaela Pereira
Nicolás Pantaleón (Guía)
Sebastián Gil (Bautismo de media montaña)
Fotos: Nicolás Pantaleón
Texto: Federico Merani
Agradecimientos Especiales:
Fernando Martinis, por llevarnos hasta san Lorenzo el primero ala mañana y por traernos de regreso.
Jorge Yannitto (padre). Por transportarnos también y regresarnos desde la quebrada de san Lorenzo
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