Luego de dos noches de
aclimatación en el puesto de doña Isabel y don Pedro Cruz, me fui hasta cerca
de Muñano y subí caminando hasta un antiguo campamento minero que se encuentra
destruido, solo se conservan parte de las paredes de las habitaciones. Allí, a
4800m instalé el vivac. Allí pasé dos noches más, para lograr una buena
aclimatación lo que fue los momentos más duros que viví en la montaña, la
soledad y la situación de no hacer nada para conservar las energías es
realmente muy difícil, las horas pasan extremadamente lento. Desde el vivac,
partí a las 5 de la mañana hacia la cumbre del Acay, elegí el camino de la
mina, luego de 4 horas hice cumbre. Hay demasiada basura y escritos sobre las
piedras de la cumbre, esta situación debe ser revertida. Luego de 10min,
emprendí el descenso hacia la lomada Blanca, lo que fue difícil y peligroso
debido a los penitentes de 2,5m de alto, caminar por arriba quitó bastante
energía. Dos horas y media después estaba sobre la apacheta de la Blanca , un descenso difícil
por un filo pequeño y rocas sueltas le dan un poco de adrenalina a la ruta
hacia el Navaja. Dos horas más tarde me encontraba en lo último, la cumbre del
Navaja con la placa del grupo Ateneo de montañismo. La inmensa emoción que se
siente cuando se está solo en la montaña no es comparado con nada, haber
completado un proyecto personal en solitario es algo increíble para mi. Luego
de un descanso, inicié el descenso hacia la quebrada del Acay chico y hacia el
puesto de don Cruz, allí tomé el auto y volví a Salta un poco cambiado
interiormente. Es importante que los montañistas armén sus proyectos con los
cuales se sientan realmente motivados y se preparen y se animen hacerlos.
Abrazo.
Patricio Payrola
Abrazo.
Patricio Payrola
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